miércoles, 30 de julio de 2008

Numerología Tántrica



Nota de la Revista Paula (Diario “El País”, Montevideo-Uruguay) del 13 de Julio de 2008

CON EL MAESTRO GURUDASS SINGH



EN SU MOMENTO SE SUMÓ AL FLOWER POWER Y QUISO SER ESTRELLA DE ROCK, PERO AHORA ENSEÑA A COMPRENDER LA NATURALEZA DUAL DEL SER HUMANO CON AYUDA DE LA NUMEROLOGÍA TÁNTRICA. DE PASO POR MENTEVIDEO, BRINDÓ UN CURSO Y EXPLICÓ DE QUÉ SE TRATA.

¿Cómo se vincula la numerología con lo tántrico?
Este tipo de numerología viene de la tradición de la filosofía tántrica, que es probablemente de las más antiguas de la India.
Se fundamenta en el concepto de que la esencia del todo es uno, pero que la naturaleza de la experiencia humana es dual.Eso se materializa de forma mas clara a través del dolor y el placer, por ejemplo. Ganancia y pérdida, orgullo y venganza, verdad y falsedad. La no aceptación de esa dualidad es el factor determinante que genera sufrimiento. De manera que la numerología es una herramienta para ayudarlo a uno a conocerse a si mismo y poder acoger esa dualidad interna que todos tenemos. No elegimos ser como somos.
El sufrimiento se fundamenta en el condicionamiento externo. Hay aspectos de uno que catalogamos como malos y buenos, y eso genera dolor. Empezamos a mantener una relación con esas partes nuestras con las que no nos sentimos a gusto. En ese conflicto los números ayudan a identificar los recursos que uno tiene para poder armonizar todo eso.

Sucede a menudo que la palabra tantra se asocia a lo sexual.
Sí, la gente tiene esa idea errónea. Hubo un momento en el cual se manipuló la técnica del tantrismo para buscar satisfacer los deseos sexuales. Tradicionalmente se los utiliza en pareja.

¿Se está comercializando con eso?
En algunos casos sí.

El tantra es llamado la vía rápida.
Se le llama así porque la práctica es intensa. Por ejemplo, el Kundalini Yoga también viene de la tradición tántrica y es un yoga que genera cambios de forma muy rápida en el individuo. Considerando el mundo en el que estamos viviendo, desde nuestra perspectiva es muy útil.

¿La gente que asiste a estos cursos entiende hasta que punto se pueden encontrar soluciones rápidas a sus problemas?
Creo que la gente que está buscando está sufriendo. Aunque tal vez no entienda de qué manera esos cambios se van a producir, la mayoría quiere que sea rápido, porque todo el mundo quiere que el dolor se le vaya prontito. Pero uno no tiene control sobre eso. Ese es uno de los aspectos de la enseñanza tántrica. Las vidas de algunas personas son de mucho dolor y poco placer. Las de otras son de mucho placer y poco dolor. La mayoría tiene un poquito de los dos: ping- pong.
De la misma manera que uno no controla cuándo aparece el dolor, tampoco controla los cambios que se van a producir. Eso es parte del proceso de desapego que hay que tener. Uno aprende estas técnicas, como el yoga y la meditación, pero sabiendo que cuándo y cómo se van a producir las transformaciones no está en manos de uno.

¿En apenas dos días, que herramientas se llevan quienes asisten a estos cursos?
Por un lado van a poder identificar cuales son las actitudes inherentes generadoras de ese sufrimiento.

¿Son individuales esas actitudes?
Muy individuales. También van a hacerse concientes de los recursos con los que han nacido para poder ir transformándolas. La numerología nos habla de la potencialidad que uno tiene, uno podría definirlo como el sentido individual de la vida: por qué estoy aquí y hacia donde me está conduciendo. La experiencia de esos dos días es un primer paso. Para muchas personas es muy revelador.

¿Usted va dando tipologías?
Claro, extraemos de la fecha de nacimiento como mínimo cinco números y cada uno tiene un significado concreto. Luego usamos la técnica de Kundalini Yoga, sobre todo la meditación y los mantras, que son los sonidos sagrados. Estas son las herramientas más potentes para comenzar a desmantelar un poco los patrones enraizados en la mente, que vienen de un condicionamiento muy temprano que define cómo uno se percibe a sí mismo. Ir acogiendo conceptos nuevos termina siendo muy liberador.

¿Hay algún vínculo entre la numerología y la kabalah?
En la kabalah hay una tradición numérica, pero es diferente a la del tantrismo.

¿Podría podría explicar brevemente qué son los diez cuerpos espirituales?
Desde la visión tántrica no somos sólo un cuerpo físico ni solamente nuestra alma. Somos el conjunto de cuerpos más densos y más sutiles que están interactuando de forma constante.
Tenemos tres cuerpos mentales, además del aura, que es el campo energético que envuelve al ser humano y que actúa como proyección y protección; la mente también tiene su cuerpo energético.
Tenemos, sobre todo, la divinidad, la esencia, el alma, como uno quiera llamarlo. Somos el conjunto de todo eso. Hacerse consciente también es muy útil, para saber cuál de estos cuerpos está teniendo un desequilibrio.

¿Como es eso de los tres cuerpos mentales?
La mente positiva, la negativa y la neutral. La negativa es esa parte que instintivamente está programada para protegernos. Es la que nos permite sobrevivir; pero es una mente motivada por el miedo.

¿Sería el equivalente del Eros y el tánatos de la psicología?
Podría ser, sí. Esa mente toma protagonismo en cierto tipo de situaciones.
Obviamente, de pequeños el mundo es algo nuevo para nosotros. De manera que las situaciones dolorosas inmediatamente van a generar una respuesta de la mente negativa.
Hay cosas de las que si no aprendiéramos a defendernos no estaríamos vivos. Pero luego se produce una identificación con lo emocional, y eso genera patrones que nos terminan impidiendo ser nosotros mismo, aprovechar las oportunidades, ver lo que está allí adelante. Nos frena.
La mente positiva, por el contrario, esta controlada por el deseo. Genera acción; la necesitamos para sentir el hambre, mover el cuerpo, tomar la manzana y satisfacer ese deseo. Sin ella no haríamos todo lo que hacemos para continuar existiendo. Pero cuando las carencias emocionales se enraízan de forma traumática, lo que llamamos vasanas, se está generando deseo constante. Así uno hace y hace, y no satisface.

¿Y la mente neutral? ¿Es la que se obtiene meditando?
Es cuando la mente está en silencio. Ahí desaparece la mente egoica, que esta constantemente pensando, mientras que la mente neutral es la que nace del silencio. Ahí es donde uno tiene acceso a la intuición, a la percepción sutil y, sobre todo, a reconocer que no soy sólo esa mente ni este cuerpo, sino algo más real y profundo.


En su experiencia, ¿cuánto demoran los no iniciados en lograr la concentración para meditar?
El hecho de sentarse, cerrar los ojos y empezar a aplicar una técnica ya es meditar. Lo que le suele ocurrir a la mayoría de la gente – y es una reacción normal – es que en el momento que inicia una práctica meditativa eso dispara el inconciente. Se despierta el gallinero. Pero eso es necesario, es un cúmulo de pensamientos residuales que este proceso permite que salga a la superficie y se vaya soltando. Si se practica de manera habitual, en unos pocos minutos tu mente ingresa en el silencio.

¿Hay gente capaz de renegar del placer que le ha tocado en la vida?
He conocido a muchos. Hay gente que cree que no se merece el placer. El condicionamiento les ha negado el derecho de disfrutarlo. Hay mucha gente que lucha con eso de manera constante.

Después de haber viajado y visto distintas realidades, ¿podría señalar cuales son los condicionamientos mas habituales en Latinoamérica?
En todas las culturas se produce ese rechazo de la naturaleza fundamental del individuo. Las emociones que eso dispara terminan siendo las mismas: vergüenza, rabia, frustración. Creo que no hay grandes diferencias.

¿Por qué cree que tanta gente en Occidente le fascine la idea de conocer India?
Creo que India es un tesoro muy valioso para la humanidad. Y aunque francamente lo ha ido perdiendo, igual mantiene algo que lo obliga a uno a soltarse.
En occidente nuestros hábitos son de mucho control, de horarios, de responsabilidades, de imagen. India, quieras o no, te los desmonta. Hay personas que no la pasan bien, pero para aquel que pueda soltarse es una experiencia interesante. No es que uno no pueda ver cosas similares en otros países del Tercer Mundo, pero hay tantas situaciones extremas de pobreza, miseria y hábitos culturales que son chocantes para el occidental, que si uno puede ser simplemente un observador, sin catalogar, eso es muy poderoso.
Es parte de acoger la dualidad.

¿El proceso espiritual implica necesariamente un desprendimiento material?
No, para nada. De hecho, es reconocer que no hay diferencia entre el espíritu y la materia. Es la mente egoica la que hace la diferencia. Siempre se usa la analogía del vaso con agua medio lleno o medio vacío. La mente neutral dice: “vaso con agua”. Eso no quiere decir que la naturaleza compasiva no le haga ser empático con el dolor ajeno. Pero una cosa es lo que tu sientes y otra lo que tu mente hace con lo que tú sientes. Allí empieza la injusticia, el “por qué”, y el “qué va a ser de mi”.

Hablando de eso, ¿usted pensaba ser músico, solamente?
¡Mi idea era ser una estrella de rock!
Empecé a tocar la guitarra a los 11 años. Fui al festival de Woodstock cuando tenía quince años. Por entonces vivía en Puerto Rico. No se como convencí a mis padres, pero me dieron el dinero, compre un billete de avión y viajé a Ney York con un grupo de amigos. No sabíamos ni dónde estaba woodstock, pero llegamos allí y de repente nos encontramos con medio millón de personas.

¿Cuál fue el mejor show que vio?
¡Santana!

También vivió el destape español, ¿verdad?
Yo introduje el Kundalini yoga en España en 1977, justo en la transición de la dictadura a la democracia. Fue una época interesante, aunque no fue fácil.
Había mucha curiosidad por todo aquello que la gente no había podido hacer antes, pero la etiqueta de espiritualidad no era muy atractiva, porque la identificaban con la Iglesia Católica, que era un símbolo de la opresión en la dictadura.
El interés por el yoga era más bien físico o esotérico. Me acuerdo de decir en una de mis primeras charlas la palabra “Dios” y que la gente se levantara y se fuera. Habían vivido mucha represión. Esto fue durante el destape, de manera que el deseo se apoderó de la gente. Ocho o diez años después ya se habían cansado y hubo un boom de las tradiciones yóguicas. Se motivaron por cosas más profundas.

¿Un viraje similar al que ocurrió a usted?
Sí, viví muy precoz y muy loco la experiencia hippie y eso también me llevó a esa insatisfacción. Ahí conocí el maestro del Kundalini Yoga, que trajo la Numerología Tántrica a Occidente.
Yo asistía al conservatorio de Berklee, en Boston, y cuando estaba ahí fui a un encuentro de yoga en California y conocí al Maestro Yogi Bhajan. Mi vida dio un giro que creí temporal. Me fui a una comunidad yoguica durante unos meses, pensando en continuar luego mis estudios. Pero una vez que entré ahí eso empezó a tener más sentido que lo otro.
Tuve además la buena fortuna de que allí había otros músicos, formamos un grupo y salimos de gira por los Estados Unidos. Así que sigo tocando la guitarra. Canto, compongo canciones y también musicalizo mantras

Gracias Gurudass.

El agradecido soy yo…..

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